Tiempo de Cuentos febrero 09, 2010

He dejado de escribir hace mucho tiempo mi lado intelectual ha sido desviado por imágenes externas comparaciones con la vida poco necesarias.

He llegado a medir mis capacidades para ser mala y egoísta, ¿qué me pasa?

No lo sé, solo sé que ha dejado de importarme el qué dirán para hacer lo que yo diga.

Ha dejado de gustarme la simple vida para llenarla de complicaciones lastimeras que tarde o temprano cobrará su víctima más grande… yo.

Mis piernas están cruzadas ante la mirada de la gente.

Mis manos sudan constantemente desde hace un mes atrás.

Mi cabello sigue su crecimiento sin importar su postura y ya no hay intenciones de buscar algo diferente a lo que soy, ¿qué me pasa?

No lo sé, solo sé que he dejado de querer lo que más amaba, que he abandonado mi deseo de compartir mi vida.

Ahora solo miro adelante con continuidad, no con esperanza.

Se ha debilitado mi lado grueso, nada quiere avanzar.

Mis fuerzas están siendo vencidas por aquel, ese que solo llegó a mirarme y hacerme sentir que no hay nada más allá, a lo lejos; que solo existe el presente y que se debe vivir según estas normas.

Ese hombre que hace de sus días los mismos y de sus noches la magnificencia del superpoder humano.

Sus manos me hicieron olvidar mis historias

Sus abrazos alejaron de mí el sentimiento que me mantenía viva

Me está matando y lo estoy dejando hacerlo. Soy feliz disfrutando de este crimen...