Tiempo de Cuentos octubre 29, 2010

Miras su imagen despigmentándose lentamente, suavemente se aleja de tu lado y cierra la puerta para que tu espacio no lo toque. Tu rostro refleja el ardido amor que abandona.
En ese instante quieres un chocolate, porque sabes que el chocolate enamora la vida, sin él todo se vuelve blanco sin gusto...