Tiempo de Cuentos febrero 10, 2010

Mientras miro el movimiento ondulante de las nubes a través de las líneas circundantes que las cortan, pienso en las simplezas de las palabras que se hacen fuertes fuera de un papel. Él hablaba incesantemente y yo no lograba escucharlo, intentaba hacerlo, pero cada palabra que salía de su boca y recorría el canal para llegar a mi lóbulo auditivo se desvanecía con el disparo de mi indiferencia. Sigue hablando y no comprende que no lo escucho que solo espero el pedido, logro articular algunas palabras, pero inmediatamente se deslizan en el inconsciente el recuerdo de esta tarde. Mis ojos comienzan a recorrer un camino explorado en épocas imposibles, un "increíble" llega nuevamente a mí y sin entender el porqué de su procedencia sonrío y sujeto el cigarro que pedí encender, sonrío y vuelvo a encerrarme en la burbuja de la vida que no es la mía.