Tiempo de Cuentos
marzo 22, 2012
Alguna vez alguien me dijo que esta historia era suya, ahora sé que mintió, porque esta historia es del mundo y llegó a mí gracias a la maravillosa tradición oral. Ahora lo comparto con quien guste de una buena lectura...
Cuando el
SOL y la LUNA se encontraron por primera vez, se apasionaron perdidamente y a
partir de ahí comenzaron a vivir un gran amor. Sucede que el mundo aun no
existía y el día que Dios decidió crearlo, les dio entonces un toque final ...
¡el brillo!
Quedó
decidido también que el SOL iluminaría el día y que la LUNA iluminaría la
noche, siendo así, estarían obligados a vivir separados. Les invadió una gran
tristeza y cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían...LA LUNA
fue quedándose cada vez más angustiada. A pesar del brillo dado por Dios, fue
tornándose solitaria. EL SOL a su vez, había ganado un título de nobleza
"ASTRO REY", pero eso tampoco le hizo feliz. Dios, viendo esto, les
llamó y les explicó: No debéis estar tristes, ambos ahora poseéis un brillo
propio.Tú, LUNA, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los
enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías. En cuanto a
ti, SOL, sustentarás ese título porque serás el más importante de los astros,
iluminarás la tierra durante el día, proporcionaras calor al ser humano y tu
simple presencia hará a las personas más felices.
La LUNA se entristeció mucho más con su terrible destino y lloró amargamente... y el SOL, al verla sufrir tanto, decidió que no podría dejar abatirse más, ya que tendría que darle fuerzas y ayudarle a aceptar lo que Dios había decidido. Aún así, su preocupación era tan grande que resolvió hacer un pedido especial a El: Señor, ayuda a la LUNA por favor, es más frágil que yo, no soportará la soledad... Y Dios... en su inmensa bondad... creó entonces las estrellas para hacer compañía a la LUNA.
La LUNA
siempre que está muy triste recurre a las estrellas, que hacen de todo para
consolarla, pero casi nunca lo consiguen. Hoy, ambos viven así.... separados,
el SOL finge que es feliz, y la LUNA no consigue disimular su tristeza. El SOL
arde de pasión por la LUNA y ella vive en las tinieblas de su añoranza.
Dicen que la
orden de Dios era que la LUNA debería de ser siempre llena y luminosa, pero no
lo consiguió.... Cuando es feliz, consigue ser Llena, pero cuando es infeliz es
menguante y cuando es menguante ni siquiera es posible apreciar su brillo. LUNA
y SOL siguen su destino. El, solitario pero fuerte; ella, acompañada de
estrellas, pero débil. Los hombres intentan, constantemente, conquistarla, como
si eso fuese posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto
siempre solos. Nadie, Realmente, Consiguió conquistarla, Por más que lo
intentaron.
Sucede que
Dios decidió que ningún amor en este mundo fuese del todo imposible, ni
siquiera el de la LUNA y el del SOL... Fue entonces que El creó el eclipse.
Hoy SOL y
LUNA viven esperando ese instante, esos raros momentos que les fueron
concedidos y que tanto cuesta, que sucedan.
Cuando mires
al cielo, A partir de ahora, Y veas que el SOL cubre la LUNA, Es porque se
acuesta sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor al que se le dio
el nombre de eclipse.
Es importante recordar que el brillo de su éxtasis
es tan grande Que se aconseja no mirar al cielo en ese momento, Tus ojos pueden
cegarse al ver tanto amor...
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