Tiempo de Cuentos marzo 08, 2023

"Crónica de una extracción vesicular anunciada"



Hace un par de semanas y luego de un sinnúmero de sinsabores nacionales, decidí salir de casa, enfrentar la indiferencia limeña para conversar con una gran amiga que no veía hacía mucho, hablamos de todo, rápidamente nos pusimos al día y hasta nos visitó la nostalgia. Juntas fuimos al encuentro de un par de amigos más para entrarle de lleno al chisme. En el nuevo espacio nos esperaba un sabroso pollo a la brasa con todas sus cremas, no lo rechacé, imposible hacerlo, en mi mente aparecía la frase calcinante que repiten sendos comerciales "qué rico se come en el Perú"😋. Qué delicia la comilona, que sabrosa la compañía. Infaltable se presentó la chelita helada, una no es ninguna dijo alguien y acepté la segunda. Malditos placeres mundanos, malditos, "nada es gratis" gritaba mi interior.

Una ligera incomodidad me empezaba a sacudir la vida, nada es claro, nada en mi país lo es. La impotencia que provoca la realidad y las ideas sueltas me tenían inflamada, agotada, acelerada. Ni una chela más entra, mejor me voy a casa dije, mejor. Adiós a todos, nos vemos pronto, el chisme esperará, porque mi estómago no puedo más😓.


Ya en casa comenzó el vía Crucis, el calvario, el tormento, dolores intensos me hicieron maldecir lo que pocas horas antes era motivo de algarabía. Lo hice todo para sentirme mejor, agüita de manzanilla, anís y muña, pastillas para el dolor, Reiki, piedras, oración, forcejeo de vómito y diferentes posiciones, pero nada lograba detener lo que escondía mi ser. El agotamiento me tomaba del cuello, luchaba como desquiciada conmigo misma, qué me sucedía, no había respuestas, locamente pensé que yo sola, esto, lo podía detener. Qué ilusa.


Dos días después y con el dolor como estandarte me encontraba en un pasillo de hospital esperando esa respuesta que no había podido darme, experimenté muchas sensaciones, la soledad, el miedo a la muerte, la ansiedad, la vulnerabilidad, la impaciencia, el ruido interior, el dolor en su más alto nivel. Testigos me acompañaban, una silla de ruedas, mi sangre en tubos, mil pruebas, enfermeras (a las que hay que llamar licenciadas), heridos de diferente índole, mi familia sosteniendo mi mano. ¿Qué era aquello que me había convertido en un guiñapo?


Más tarde la noticia: "lo que está mal en ti es la vesícula, te la vamos a quitar". ¿Quéeeeeee? ¿Qué órgano era ese al que nunca si quiera le había prestado atención? ¿El apéndice no era el más feroz? ¿Cuál es su función? ¿Qué va a pasar conmigo ahora? ¿Volveré a ser la misma? Yo que pensé pasar invicta por esta vida. 
😨

Muchas preguntas, poca conciencia. Veo de todo mientras espero, veo la tristeza, la desesperanza, la indolencia, la ignorancia, la desesperación, el falso dolor, la vejez, la impaciencia. Qué frustración, me quejaba antes sobre el abandono de los pobladores de las regiones del sur y en mi ciudad la historia no es muy distinta, las voces son calladas junto a los dolores.



Ha llegado el momento, después de dos días sin alimento empieza el ciclo de la intravenosa, como por un tubo, me acostumbro al dolor, duermo como puedo, tengo abrigo y otros no. Lima vuelve a llorar y esta vez es por mí, lo sé, también llora por el dedo roto, el apéndice, la quemadura, el encefalograma, la cirugía cardiovascular, llora por la extracción de mi vesícula, lo sé😭😭😭.

Muchas historias aparecen en los pasillos de este emblemático hospital mientras espero camilla, las horas pasar y con el canto del gallo mi cuerpo reposa de forma horizontal. Alegría y dolor a la espera de la dichosa operación. "Cuenta hasta tres y respira profundo" tengo miedo, "No hay nada que temer, piensa en algo bonito y todo irá bien", ya no tengo miedo, veo al anestesiólogo y como en las pelis pienso que voy a ver a mis muertos, que tal vez dude en volver, purito cliché. 


Terminé de contar y desperté sin más como si no hubiese pasado nada, pero sí pasó, mi vesícula se fue, se marchó, pobre, nunca la atendí como debía, nunca la tomé en cuenta, sufro, el duelo me invade, todo acabó.

Llega entonces la recuperación que parecía ser la más sencilla, pero no fue así, el dolor en los mínimos esfuerzos te hacer consciente de lo que significa perder una parte de ti, ya nada volverá a ser lo mismo, aunque el mundo te diga que sí. 

La primera noche mi cuerpo gritaba una ausencia, no podía dormir, el corazón, el hígado, el páncreas, todos la buscaban, pero no volvería más, no había comodidad, los calmaba con mi voz interior, pero nadie escuchó. Ir al baño era tan complejo como volver a Ítaca. Cada paso, cada movimiento, cada suspiro sugería un duro esfuerzo, pero había que reaprender. Las horas interminables me enseñaron el valor de tener buena salud, qué rico se come en Perú, es cierto, pero con justa medida, el precio a pagar por el deleite durante tantos años ha sido muy alto.

No está bien perder una parte de ti, somos un todo y cada órgano cumple una función, estoy de duelo, este año he tenido varias pérdidas y ninguna ha sido sencilla de transitar.

💪Hoy me siento mejor, he vuelto a contar, pero no dejo de reflexionar mi proceso con aprendizajes que quiero compartir contigo. No basta con decir "es cierto, eso se debería hacer", hay que hacerlo, hay que hacer cambios si queremos que pase algo diferente en nuestras vidas. 


👉si has cultivado el amor en tu familia, verás sus frutos en los infortunios,
👉comer siempre ensaladas antes de un plato fuerte,
👉tomar desayuno siempre,
👉comer poco por las noches,
👉bajarle al consumo de lácteos,
👉las grasas se tienen que eliminar, bueno es imposible con tanto carrito sanguchero, club sándwich y más, pero tómate el tiempo para buscar las que menos daño hagan o genera distancias entre una comida grasosa y otra,
👉bajarle al alcohol,
👉hacer deporte o por lo menos sal a caminar luego de comer,
👉tomar dos litros de agua diarios sin dudar,
👉dormir tus ocho horas y en un espacio cómodo,
👉ir al baño sin aparatos tecnológicos, sé consciente del proceso de eliminación que propone tu cuerpo, escúchalo, es muy sabio,
👉tomarte el tiempo para ti.

Cuida tu cuerpo, cada parte de ti es importante, además, tu familia te quiere bien.

Tiempo de Cuentos septiembre 01, 2021


Desde que éramos unas niñas se nos ha hablado sobre el pudor, sobre cómo cuidar nuestro cuerpo, sobre cómo debemos comportarnos socialmente para que los hombres nos respeten, sobre cómo ocultarlo si no es agradable a los ojos ajenos y, por consiguiente, despreciarlo por no ser aceptado.

Nunca nos hablaron de cómo podemos amarlo, cuidarlo con afecto, de mirarlo firme y sin tabú, de sentirlo nuestro, cómo podríamos amar algo que parecía ajeno, intocable para nosotras mismas, inmostrable para el mundo a menos que no tengas la figura permitida por los cánones de moda.

Aprendí con el tiempo que el respeto que buscamos parte de la aceptación de quiénes somos y de cómo somos, aprendí a amar mi cuerpo con todo lo que ello implica: aceptarlo y apreciarlo con todo mi ser. Ahora lo conozco, lo recorro, lo cuido, lo protejo y sobre todo, lo amo tal y como es.
No siempre sonrío, pero cuando lo hago, lo hago con toda el alma y mi cuerpo lo sabe.




Tiempo de Cuentos agosto 13, 2021


Juego con las palabras, con las emociones y con lo que surge de mi ser emocional. La poesía ha llegado a mi vida y quiere quedarse, le rindo homenaje con el siguiente texto...

¿Tú qué opinas de la poesía? 

¿Leíste o escribiste poesía? 

Comparte conmigo tus creaciones...


Poesía de mi vida

Río, pienso, sueño y muchas veces no comprendo, la poesía ingresa por mis venas y yo sin darme cuenta. Lo hace a través de un ritmo pegajoso, de una repetición concatenada de sabor inmerso. La miro con sorpresa, me toma entre sus brazos y bailamos juntas, su ritmo es cadencioso, me dejo llevar. ¿Es esto la poesía?

Luego me sacude frenética, loca y me mira a los ojos atenta como si entendiera mi duda, se muestra y yo sonrío al ver a un viejo conocido. Caminamos de la mano, me habla sobre su dolor, sobre su decepción, la siento correr por dentro, me desangro a su lado, la sostengo y tomo como mío su dolor. ¿Es esto la poesía?

Hay un silencio y un vacío interno. Respiro profundo y la mano agitada por un impulso sobre humano escribe, pero no escribe como si hiciese el mandado o una carta o un documento secundario. No.  Escribe emoción. Los versos acompasados por mi dolor que es el suyo, mi sufrir que es el suyo salen, se arrojan, quedan regados por el papel. ¿Es esto la poesía?

Una palabra se junta a la otra, se encuentran y se dan sentido, éxtasis cognitivo. El alma respira con cada letra. Un trance prodigioso se apodera de mi mano, de mi vida, miro con asombro lo que me rodea y la veo en todas partes, me saluda, la hago mía.

Está por todos lados y me es difícil escapar. La poesía es inefable, sólo hay que dejarse llevar.


@yenitosdecuento


Tiempo de Cuentos julio 14, 2021

🔶La poesía ha tocado nuestras puertas de alguna manera.🔶

Cuando era pequeña la rima llegaba a mí junto al ritmo de la música que escuchaba mi hermana, letras pegajosas que se repetían en mi cabeza con la musicalidad inmersa. Los concursos de declamación de la escuela me llevaron a enfrentar textos fuertes, pero con poco sentido para mí a esa edad 😒.

He hecho un camino de exploración de mi vida en relación con las definiciones de poesía recogidas. Cada definición calza perfectamente con el tiempo en el que me he relacionado con la poesía. Me explico:

Una canción del salsero Willy Colón encierra en su coro algunos versos de Bécquer, cuando la escuché por primera vez y entendí lo que decía la letra sentí muchas ganas de conocer más sobre el poeta que se mencionaba en esa canción tan pegajosa. Con poca claridad y con la incipiente relación  poética podía definir a la poesía como Mario Benedetti: “El alma del mundo”. Si tenía relación con la música tenía alma definitivamente, ritmo y mucho sabor.

Por aquel entonces, apareció el intento de explicarme qué era aquello que producía tal efecto en quien lo escuchaba o lo leía. En esta etapa de mi vida la poesía era para mí como para  Juan Larrea: 

La poesía es esto y esto y esto”

Era complejo definir la poesía si sólo lo sentía y aceptaba lo que hiciera en mí sin cuestionármelo, todo estaba bien y era perfecto como lo recibía, no era posible definirla.

El tiempo pasó y Bécquer trajo a mí a otros poetas cuyas vidas eran sumamente atractivas, sus obras reflejaban su palpitar emocional, empezaba a enamorarme y la poesía romántica me llevaba  no sólo a copiarla sino a escribirla, a crearla  como si fuese una necesidad a esa edad. 📚Vicente Aleixandre define a la poesía como yo lo hubiese hecho en aquel tiempo 

“la poesía es comunicación”. 

Sentía una necesidad imperiosa de expresar, pero de una manera sublime y clara. 

En medio del acercamiento poético, reflexioné sobre lo que producía en mí un poema de Neruda que había sido escrito y sentido por el poeta muchos años atrás y que a su vez esas emociones sean percibidas en cualquier parte del mundo y en cualquier tiempo. 

Somos humanos y tenemos una conciencia genética. Antonio Machado tendría mi posible definición de poesía en esa época de mi vida: 

“Palabra en el tiempo” aquella que me sorprendía y sería mi inspiración.

Ya no solo leía, también escribía poesía ✍️, pero para mí, para satisfacer mis búsquedas, mis locuras. Por un momento creí que mi poesía podría tener futuro, así que varios de mis escritos se los presenté a algunas personas para su respectiva lectura, no recibí comentarios, eso quebró un poco mi relación con la poesía, es allí donde probablemente hubiese definido la poesía como  Juan Ramón Jiménez 

“La eterna y fatal Belleza Contraria que tienta con su seguro secreto”. 

Por aquel entonces no me sentía digna de ser mirada ni tocada por la poesía. Me alejé de ella por muchos años, guardé mis escritos en un lugar seguro. Tiempo después volvieron a salir para mí, los abracé y decidí llevarlos a la luz en un blog. Mis garabatos adolescentes fueron apreciados por el contexto en el que aparecieron. Tenían que madurar, necesitaban dormir. Creo que en este tiempo me hubiese gustado que la  “cosita liviana, alada y sagrada” como definía Platón a la poesía se hubiese parecido en “algo” a mis creaciones. Las acepté como eran: aladas, livianas, pero muy lejanas de estar en las esferas de los dioses.

Desde entonces leo más poesía, declamo con énfasis, pero me ha sido difícil volver a escribirla. En el curso anterior me atreví a escribir un poema y me sentí algo conectada. Puedo afirmar que en este tiempo estoy inclinada hacia la definición de  Pablo García Baena sobre la poesía: 

“Misterio y precisión”. Eso es para mí.

Cada poemario, cada poeta que aparece en mi camino actualmente me hace una invitación a sentir, me dejo llevar e intento comprender cómo el poeta ha logrado encontrar las palabras adecuadas para expresar aquello que tintinea en mi interior.

👩‍🦳Blanca Varela, poeta peruana, es un ícono de la poesía feminista en mi país, su obra se caracteriza por su fuerza. Ella es un referente personal que tomo como ejemplo ante la sensación que aflora de mi ser en estos momentos. En una entrevista ella dijo: 

La poesía no se elige, es un destino. Se viene al mundo con esa formación o deformación: la necesidad de la poesía… “ ✴

Me encuentro allí, esperando ser elegida por la poesía y a la vez llegar a ella, no renuncio, la vuelvo a tomar entre mis manos cada vez que está cerca, porque está en todo, o como la definen las posturas posmodernas: “poesía es todo”.

 

Tiempo de Cuentos mayo 30, 2021



Una voz que sacude las entrañas, que moviliza las emociones. Un poema de Alfonsina puede extraer nuestra esencia, sacude, transforma. 

Es una de las poetas que resuena en mi cabeza, feminista hasta los huesos Alfonsina no tuvo una vida fácil, tal vez esa precariedad y la problemática familiar le dieron mucho material para su pasión: la poesía. 

Su primer poema lo escribe a los 12 años y ese sería el comienzo de muchísimos más. 
A esta poeta argentina se la siente cuando uno de sus poemas llega a tu vida. He aquí una muestra.






Alma Desnuda

Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.

Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.

Tiempo de Cuentos mayo 28, 2021

Hoy, un recuerdo ha retumbado queriendo aparecer, queriendo ser contado. Evoco mis inicios como estudiante de literatura. Por aquellos años tuve una profesora amante de los escritores del Boom latinoamericano, le gustaba hablarnos de Borges, del gran Cortázar, pero su pasión sin duda era Gabriel García Márquez. Nos lo presentó con Crónica de una muerte anunciada, luego llegaron los Doce cuentos peregrinos y su curso acabó con su predilecto Cien años de soledad.

¡Vaya viaje junto a Gabo! Nos fue imposible detenernos.

¿Qué nos atrajo de este escritor? A mí, muchas cosas, pero sobre todo la normalización que hizo de la fantasía en sus obras, de lo irreal, de lo misterioso (según la clasificación de Anderson Imbert). Cada hecho extraordinario ocurrido en las historias de GGM era aceptada como verdad absoluta por sus lectores que no éramos pocos.

Cuando se lee a Gabo, es imposible no sentirse comprometido/a con el devenir de acciones sorprendentes que les propone a sus personajes. Cada uno de ellos es descrito con claridad, con exactitud. En este momento mi recuerdo se dirige hacia uno de sus cuentos. Me detengo en los doce cuentos peregrinos y descubro que no es ajeno al realismo mágico, eso llama aún más mi atención. Cada cuento esconde entre sus letras pasión, misterio, desenlaces inesperados; tiene historias inquietantes, uno de ellos sobresale de entre los doce: “Sólo vine a hablar por teléfono” (fue escrito antes de que la RAE decidiera que solo ya no necesita tilde, así que respetaré el título original con tilde en sólo).


Esta historia nos habla de una mujer que tiene problemas con su auto en medio de un camino desolado, intenta pedir ayuda, pero no hay nadie que pueda socorrerla, excepto un autobús de un manicomio que se detiene para auxiliarla. Ella sube esperando poder llegar al destino del bus y pedir un teléfono para contarle lo sucedido a su esposo y que este la vaya a recoger, pero cuando llega al sanatorio los empleados la confunden con una interna y se le complica el pedido de ayuda. Ella termina acostumbrándose al lugar, la relación con su esposo se fractura por malos entendidos. Nadie entendió que ella, lo único que quería, era hablar por teléfono.

Al regresar a su lectura, vuelvo a sentir la desesperación de María, he sufrido con ella nuevamente. Recordar los hechos luego de su llegada al hospital psiquiátrico, me hicieron repensar en qué es lo que hubiese hecho yo si hubiese estado en su situación, ¿me hubiese rendido pronto? ¿hubiese aceptado la confusión como ella? ¿hubiese gritado hasta ser escuchada? ¿hubiese hecho algo para escapar de esa terrible confusión?

Al releer esta historia tuve la sensación de ser testigo de una toma de decisiones en las que no podía participar, sentí la impotencia y la injusticia tan arraigada en mi sangre peruana por estos días. Mi posición como lectora ha querido tomar las riendas de mis emociones involucrándome en el proceso de darle un final diferente a esta historia. Mi mente busca darle un cierre que satisfaga mi alma lectora que ha disfrutado con este texto tan bien logrado y que guarda un final tan delirante y desafiante a la vez.  

Los relatos de Gabriel García Márquez me muestran claramente a un escritor que tiene el poder de tener a su lector comiendo de su mano, le guste o no. Soy un ejemplo perfecto. Leo a Gabo, me entrego a sus libros totalmente y lo seguiré haciendo con alevosía.

 

Te regalo uno de los cuentos de este maravilloso escritor. Disfrútalo de principio a fin.

El ahogado más hermoso del mundo - GGMml

Tiempo de Cuentos mayo 09, 2021

La literatura hebrea nos ha dejado grandes historias,  la biblia es uno de sus libros más representativos. Fuera del valor que tiene para la religión católica, no podemos negar su valor histórico y social. Todos aquellos pasajes releídos en el hogar siempre me fueron confusos, sobre todo los capítulos dedicados a la primera pareja Adán y Eva, probablemente sea una de las historias que encuentro más fascinante y totalmente misteriosa. 

El primer hombre y la primera mujer, la primera familia, de ello hablan muchos textos sagrados.  Pero lo que nunca se habla es sobre los miedos que sintieron en ese tiempo oscuro, la sensación de soledad, el descubrimiento paso a paso de la maternidad de Eva y los típicos problemas de pareja. 

Muchos años después descubro un libro que se atreve a darle respuestas a mis interrogantes sobre esta historia propia del Génesis. La escritora nicaragüense Gioconda Belli es la responsable de mi hallazgo, ella nos cuenta la historia de estos desterrados con una claridad fantástica en su libro "El infinito en la palma de la mano".

Este libro nos presenta una posible verdad histórica con unos protagonistas muy humanos, sensibles al cambio. Observamos con esta lectura el triste camino del exilio acompañado del dolor que representa para cada uno perderlo todo de una forma incomprensible, ese tormento va de la mano con la curiosidad que les provoca el descubrimiento de sus cuerpos, del placer; sienten el poder y el dolor que produce traer vida a ese mundo que ya no era amable con ellos. Es impresionante leer sobre una Eva que no concibe la crueldad de matar para sobrevivir, que continúa esperado el perdón y que siente un desgarrador dolor al ser testigo del primer hecho abominable: el fratricidio.

Hoy le rindo homenaje a la primera madre que conoció el mundo. De este libro he extraído un fragmento que me ha dejado el corazón en vilo, la descripción del dolor de una madre a quien su propia sangre le ha arrebatado el segundo fruto de su poderoso vientre.

"Eva se acercó despacio. Le temblaban las piernas. Recordó la sensación de Abel en su vientre. El sebo y la sangre de su pequeño cuerpo. Sus ojos se detuvieron en las plantas de los pies del muchacho. Estaban curtidas. Eran lisas, grandes. Los dedos. Los piececitos de sus hijos. Nada le maravilló tanto cuando nacieron. Los pies y las pequeñas orejas, los lóbulos curvos como caracolas. Se acercó más. Vio sus ojos fijos. Se inclinó y tocó sus párpados para cerrarlos. Lo hizo sin pensar. El conocimiento del Bien y el Mal."


Te invito a leer esta fascinante historia, he aquí la ficha informativa de este libro para su fácil acceso. Gracias Gioconda.

BELLI, Gioconda. "El Infinito en la palma de la mano". Editorial Seix Barral. Premio Biblioteca Breve 2008

Tiempo de Cuentos abril 19, 2021

Si sigues este blog te habrás dado cuenta que suelo hacerle guiños a la poesía, los lunes dedico el espacio a un poeta, a su obra, a un pedacito de su propia existencia. 

Hace poco tuve la suerte de cruzarme con la poesía del vate mexicano Jorge Sabines y he quedado maravillada. Me atrae su libertad, su modo de darle la vuelta al pastel. Escribe con  desenfado, utiliza el humor directo como recurso y lo demuestra en este poema que te regalo en este día que está a punto de acabar. 

Recuerda que la poesía no tiene tiempo y que siempre encuentra la forma de encontrarte.



¡Qué costumbre tan salvaje!



¡Qué costumbre tan salvaje esta de enterrar a los muertos! ¡de matarlos, de aniquilarlos, de borrarlos de la tierra! Es tratarlos alevosamente, es negarles la posibilidad de revivir.

Yo siempre estoy esperando a que los muertos se levanten, que rompan el ataúd y digan alegremente: ¿por qué lloras?

Por eso me sobrecoge el entierro. Aseguran las tapas de la caja, la introducen, le ponen lajas encima, y luego tierra, tras, tras, tras, paletada tras paletada, terrones, polvo, piedras, apisonando, amacizando, ahí te quedas, de aquí ya no sales.

Me dan risa, luego, las coronas, las flores, el llanto, los besos derramados. Es una burla: ¿para qué lo enterraron?, ¿por qué no lo dejaron fuera hasta secarse, hasta que nos hablaran sus huesos de su muerte? ¿O por qué no quemarlo, o darlo a los animales, o tirarlos a un río?

Habría que tener una casa de reposo para los muertos, ventilada, limpia, con música y con agua corriente. Lo menos dos o tres, cada día, se levantarían a vivir.

JAIME SABINES

Tiempo de Cuentos abril 06, 2021

Durante la secundaria leí una serie de obras literarias magníficas, reconocidas, clásicas e inalcanzables. Al terminar de leerlas las imaginaba varias veces, las repasaba continuamente hasta que las historias se escapaban de mi mente y yo me quedaba con la sensación de vacío.

-¡Qué brillante aquel personaje que escribió esta historia!

-Su vida habrá sido increíble, habrá estado repleta de aventuras o situaciones adversas.

Esto pensaba en aquellas épocas (a veces me descubro volviendo a llegar a esa conclusión). Luego comprendí que la capacidad imaginativa del lector es tan grande que no se limita al texto. Queremos entenderlo todo. Cuando empezamos a interesarnos en la lectura, también nos interesamos en los escritores y los sentimos como seres fantásticos que tienen poderes extraordinarios:

-sólo gente con un don especial puede escribir de esa manera.

Yo los pensaba con vidas interesantísimas y sobre todo muy distintas a la mía. A un lado, ellos con sus grandes libros publicados, al otro lado yo haciendo una tercera copia a mano de mi primer cuento “los tres gatitos más bonitos del mundo” que tenía como referencia un drama americano que pasaban por televisión. 

Cuando este antiguo recuerdo terminó de desarrollarse en mí, apareció a mi lado el poeta Tomas Eliot para recordarme que “ningún poeta, ningún artista, posee la totalidad de su propio significado.  Su significado, su apreciación, es la apreciación de su relación con los poetas y artistas muertos”.

Mi cuento tomaba como base esa historia televisiva, los productores de la película tenían como base el argumento de una obra de William Shakespeare y él a su vez tomaba referencias de muchos dramaturgos de la época y anteriores a él.  Concuerdo con Eliot, somos parte de un todo, la tradición avanza incorporando nuevas ideas, yo me inspiré y consumí mucha literatura griega, medieval, renacentista entre otras para mis futuras creaciones. He convivido con los muertos.

La influencia del pasado es parte de la vida de las letras venideras. Me gradué como profesora de lenguaje y literatura para seguir con la afición por lo antiguo, lo clásico y sus atribuciones.

El tiempo pasó y dejé de escribir para empezar a contar. Decía en voz alta todo lo que no podía decir escribiendo. Mis primeros cuentos provinieron de los Hermanos Grimm, también de las fábulas Esopo. Luego comencé a incluir un repertorio propio, mis creaciones se basaban en cuentos de la tradición oral, pero con un toque personal, mis situaciones y emociones.

Las historias improvisadas aparecieron más tarde, me atreví a crear argumentos con fluidez respetando la estructura del cuento aprendida muchos años atrás. Me gustaba este formato, sentía que la recepción de los escuchas era más potente, se identificaban con mi historia, conmigo. Una iluminación aparecería más tarde de la voz del poeta Rainer Maria Rilke “las mejores historias provienen de la propia experiencia, del sentir, de lo que queremos hacer, de conocer al mundo, de lo que llevamos dentro”. Rilke empezaba a palpitar en mí y no lo sabía.

Gracias a estos despertares empecé a observarme, a estudiarme. ¿Qué tipo de escritora soy? ¿Quiero seguir los pasos de Elliot y vivir entre los muertos o quiero el camino profundo de las experiencias para crear como propone Rilke?

He empezado a analizar a la escritora que me habita. Encontré textos con los que me he sentido identificada, otros que descarté al instante, conocí escritores cuyas vidas no eran tan extraordinarias como el tiempo que le dedicaran a su actividad literaria. Mis gustos y mis decepciones, todo formaba parte de mi auto análisis.

Respondo a las interrogantes que me planteo con total claridad:

-“Soy una escritora intermitente y fantástica.”

Soy intermitente porque escribo textos, cuentos, canciones; pero duermen el sueño de los justos esperando que otra vez salgan a la luz para volverlos a sentir y termine modificándolos completamente (en el oficio de escritor la corrección es casi una adicción).

Por otro lado, soy una escritora fantástica gracias a Gianni Rodari, Roald Dahl, el cine, la música, los proyectos, la literatura. Concluyo afirmando que creo en la magia del escritor, en la capacidad que tiene de crear mundos sorprendentes, la perseverancia es su bandera. La constancia les permite generar palabras que hacen vibrar el alma de quien lee.

Para ser escritor o escritora se necesita sobre todas las cosas:

-tener algo que decir,

-tener capacidad imaginativa

-ser consciente de las habilidades literarias que se posee.

Todo esto nos permitirá comprender la necesidad imperiosa que debemos tener para afinar el "don" si queremos escribir bien.

Tiempo de Cuentos abril 05, 2021

 Los lunes se los dedico a la poesía. Elijo algunos escritos de célebres poetas y los presento con el fin de seguir promoviendo el amor por las bellas letras. En esta oportunidad quiero presentar el resultado de una intervención poética hecha con algunos de mis contactos en las redes. Gracias a su disposición creamos juntos un "cadáver exquisito" que es un juego surrealista donde se tiene la última palabra de un verso para crear uno nuevo que empiece con dicha palabra.

Este fue el resultado. Un encuentro poético genial donde descubrimos que Bécquer anda agitándose en nuestras venas y nos hacemos los locos.


Un cadáver gratamente exquisito


Miro por la ventana, río loca 

Loca convencida de que la poesía viaja 

Viaja para salir de la rutina, así es 

Es una palabra difícil y fácil de encajar 

Encajar las ausencias en sueños 

Sueño yo cosas tan tristes que quisiera despertar 

Despertar entre suspiros y no en respiros 

Tus respiros se acabaron, se fueron de mil formas 

Formas humanas que aparecían tras la ventana 

En la ventana saltaban las hojas 

Hojas que aparecen en mi mente para no despertar 

Despertar a la luz de tu mirada 

Mirada, esa que hizo temblar mis labios  

Labios que dibujan sonrisas 

Sonrisas que adornan las caras que veo al pasar 

El pasar del tiempo es como una nube al viento

Viento en el pelo que me sacude

Sacude mi vida, mis recuerdos al pasar

Pasar sin mirar, pasar sin pensar 

Pensar que mañana podríamos llegar al final. 

Final de la pasada experiencia 

Experiencia tan cercana y dolorosa 

Y dolorosa la ruta de quien porta armadura.


Te invito a continuar con el poema. Todos podemos hacer cadáveres exquisitos. 

¡Qué la poesía siga viva!