Tiempo de Cuentos

La mente humana es capaz de registrar estados de ánimo de distinta especie. Estos cambios producen en nosotros sentimientos y deseos de gritar al mundo esto que nos inunda, que nos consume. Este espacio está dedicado a ese lado que se escapa de nuestras manos dependiendo del suceso acontecido, este espacio es mi escape personal, es único e intransferible...



HISTORIA SIN FINAL FELIZ

Distante de tu mirada se encontraba mi alma,
solo un pensamiento absurdo pasó por esta mente
te veías algo borroso, creo que no te imaginaba así
tan radiante, tan poco preocupado por la vida
solo te mirabas y sonreías, pues sabías lo que llevabas.

Me bastó saber de ti para orillarme en tu rostro
creo que tú no observaste mi ser, tal vez sí.
ha pasado mucho tiempo, pero el olvido no cuenta,
grabado está sin intenciones de suprimirlo
relataré, pues, esta historia sin precedentes:

Estaba yo, aquella noche acompañada
intentando pasar el rato sin nada inesperado
alguien dijo alegremente que ya era tarde, que mejor se iría,
también pensé en eso, la hora lo exigía
debía irme en ese momento, el rocío me esperaba,
un susurro interno me pedía mayor estancia
no lo quería escuchar solo me dejaba llevar
hace mucho que no sentía aquel pitillo
debo hacerle caso, eso dicen las paredes de mi costado.

He pensado que el tiempo es un aliado
en oportunidades me brindó cariño y avanzó a mi vera
en otras solo corrió para que yo me fuera de él,
en aquel momento no sabía lo que quería conmigo,
quería ver el final de las incidencias
ya sabía lo que venía, pues la intriga es su mejor compinche.

Este amigo se recostaba en mi paciencia
esperaba con ansias mis desavenencias
entonces caminé lentamente hacia la puerta
modelé mi postura y mis suaves piernas
sentía las miradas de deseo y envidia en mis espaldas
no me importaba, pensé, solo es una buena pasada
muchos quisieron tener el lugar del tiempo
que se recuesta en mi regazo y sujeta mis lamentos
y que me desliza con sensualidad ignorando
lo que pasará, lo que la gente quiere comentar.

Ellas dicen que esa noche no es cualquiera
que alguien me va a dar una gran sorpresa
mi instinto se sintió líder y amó los deseos ajenos
nadie opinó distinto de mi postura
me gusta que me miren, ellos saben que me gusta.

Ayer mi cartera estaba llena de alabanzas, loas
y de extrañas y oscuras marcas. Me agradó esta vista
todo me hacía sentir perfecta, agradecía la insistencia
de ir a un lugar donde, pensé, sería otra
ahora comprendo a Diana, Venus o Afrodita.

Mi ego se elevaba como las aves en primavera
ya no soportaba el bullicio de la impaciencia
entonces llegaste sin decir palabras
acompañado de un cupido espontáneo
los comentarios crecieron y mi sonrisa se escondía
trataba de ignorar lo que más adelante vendría.

Se te veía bien, pero intentaba mirar a la novia
conversaba con una, soñaba con la hora,
tú pasaste a ser un ejemplo de resistencia,
una presencia que me prometía sobriedad sin insistencia
soy feliz porque no dudo sobre lo que siento
pobre muchacha que sueña que nada es cierto.

Salgo a bailar y giro mi cabello, modelo, sonrío
mi ego seguía creciendo, las mariposas volando
nada importaba solo aquella mirada que no conseguía
las circunstancias me pusieron en tu paraje
sentí el olor que emanaba tu soltura
de esa agradable forma tan aflojada de ver el mundo
años atrás soñé con poseer ese aroma
ser parte de un mundo que ni Proust alcanzara
pero las sorpresas contigo llegaron y tu aroma
me estaba perturbando, a mi lado yacías y evocaba
el olor que me azotaría noches como esta
en las que sola, recuerdo vagamente tu fugaz existencia.

No me alejo de mi leyenda continuo sin prisa:
Me preguntaste algo y no pude responder
pues tus pupilas consumieron mis palabras
y ahogaron mi léxico claro, convirtiendo mis sonidos
en onomatopeyas confusas y graciosas, me mostré tonta
no te importó y tus labios se torcieron levemente
gesticulaste una sonrisa, mi poca fuerza te afectaba
te dejé entrar en mi cerrado espacio de ironías
y ahora reías con mi torpeza, era sabroso verte así,
pero no todo quedó en aquello,
las palabras aparecieron y ya salían sin esfuerzo
tu sonrisa me estaba consumiendo
tus mejillas, como ahora, en mis dedos.

Las ideas rondaban mi abstraída mente
no entendía lo que pasaba, mi estilo se marchaba
ya no sentía miradas, mi atención estaba en guardia
solo detrás de lo que decías, de tus gestos
de tus leves caricias, verbo florido y acento diferente
llamaba la atención de comunes seres.

Sabías como hacer la jugada, armabas, se notaba, una trampa
primero la confianza y luego el zarpazo
caían todas como mansas corderas, tenías tu táctica
conocías tus maneras, me di cuenta sin duda alguna
al instante saqué el escudo del Cid campeador
estaba dispuesta a luchar por evitar la tentación
de caer rendida en la telaraña que preparaste con calma
pero fue tarde mi escudo no sirvió
mi muralla cayó en tu brazo vencedor,
dominaste el castillo que impenetrable se sentía.

Pero siempre lo supe, caí porque quise
realmente no fui ingenua buscaba diferencias
quería sentirme ganadora en mi terreno baldío
quería sentirme viva en este alejado laberinto.
El momento había llegado acepté la propuesta
solo un café, un helado o algo detrás de la maletera
soporté las miradas de las leonas de la acera
que mostraban sus uñas frente a su presa
yo fui más fuerte que cualquier otra, no había como perder
me engañaste, me dejé, aquí jugamos otra vez.

Contaste un chiste malo y celebré el gol
sonreían, sonreíste, ya nada importó
ambos queríamos lo de siempre, nuestro tiempo se acababa.
El café me atrajo, era hora de la retirada
aún con el boleto en  la mano todas esperaban
el premio consuelo, el acertado billete,
pero era tarde, yo había vencido
el carro arranca y mis manos consigo
una a una iban cayendo, todas durmieron
la infusión me esperaba con ansias de embustero
apareció la nueva trampa, era hora de quitarse la máscara
estábamos solos junto al aroma del café,
el helado imaginario se derritió en la espera de la invitación
había que irse con cuidado, sabía como ir despacio.

Pensé en aquellas que se fueron sin botín
que estarían comentando en ese momento
dirían que todo fue un plan de la invitada
que todo salía de su sonrojada cara.
ya vería yo en sus rostros la exclamación
la doblez a la orden del día en el próximo encuentro:
“Estuviste bonita, pero no lo entiendo,
yo me movía más, la noche lucía bien,
la novia radiante, el novio también, ¿te fuiste con él?
pregunto por decir, yo me divertí mucho
y yo…, jamás tanta fanfarria y alegría”.
No esperaba más comentarios de la jauría completa
que no contaban con lo que era aquella sorpresa,
nada del otro mundo, un simple ser humano
que piensa en su vida y en sus contactos
piel a piel con alguien que acceda a sus conquistas
propias de un macho, que retumba, que florece del milagro de un halago.

La noche avanzaba y era serena, la luna reflejaba
su magnífica belleza, su brillar, su platear
se veía realmente bella acompañada de iluminadas estrellas
todas lucían un frac de noche de grandezas.
Allí estábamos los dos contemplando con asombro
las maravillas que se esconden en las simplezas.
Y de pronto el suceso cobraba valor
el café se convirtió en masaje y la luna durmió
tus manos en mis pies, detenían mis tendencias
no quería llegar a esto me sentía en un encierro
no sonrías te pedía, lastimabas mi semblante
que se hacía blando cuando fiero quería permanecer.

No abrí las alas sentía que mejor estaban cerradas
tus dedos me arrebataban de golpe la pasividad
que con tanta reserva guardaba. 
Los ajetreos en tus manos no paraban
no podía pedir que se detuvieran, pensé: es una quimera,
soñaba contigo en tu presencia, quería seguir allí
no me importaban las ofensas de gente que no entiende
de gente que no sabe disfrutar del ocaso
no sabían que era sentir el olor de sus labios
que se acercaban con suavidad a mi rostro encendido
mis piernas quietas y mi corazón en un hilo
a punto de cualquier cosa sin esperar el sentido
todo gira en mi cabeza en torno de un suplicio
quiero estar en mi nido y olvidar este capítulo
sabía que era mentira lo que mi mente maquinaba
pues quería sentirte a cada paso que tu cuerpo rozaba.

Las culpas se alejan una a una, tus dedos las botaron
a través de una cerradura, mis miedos fueron aplastados
por un suave masaje, mis alas se escondían bajo el aliento
de tu improvisado verso, mi verso carecía de argumentos
me sentía pobre de evidencias, de palabras, de intentos,
no había que decir ya todo era finito
estaba junto a ti sin más mundo que el elegido
tratando de olvidar por un instante mi tranquila vida
para lanzarme al abismo de los deseos momentáneos
y de las pasiones secuestradoras, envolventes, carceleras.

Tu idea entró en mi mente, me agradó sentir que tu mundo
pasa suave y lentamente por mis mares, aquellos
que tan gustoso querías explorar desde el momento
de la primera mirada, del primer susurro, del suave roce de tu brazo.
 Estábamos cerca del inicio, dando rienda suelta al idilio
mi espalda no pensaba mientras sentía tus huellas
tan suaves palmas deslizándose por mis costillas
mis ojos cerrados seguían la ruta de tus celebradas manos.

No quería volver la mirada, estaba en un círculo de Dante
todo se hacía a cada momento más placentero
estabas a mi lado, pecho a pecho del sueño
sin pensar en realidades solo en caricias dóciles
cada una de ellas superando a la anterior, no disminuía,
todo lo sabías, entraste en mi subconsciente y me encendías
sabías lo que quería, lo que me hacía feliz
compenetrados en hábitos y pasiones desconcertantes
los movimientos tan parejos y sensuales
nos permitían dejar volar la imaginación en un país
de solitarios habitantes donde nadie observa la felicidad suprema.

Te pusiste de pie y me miraste, la visión que tenía en aquel instante
salía de los límites de mi entendimiento, no quería correr
quería quedarme recostada para siempre mirándote
negando a cada minuto la racionalidad, quería morir
sintiendo lo inexplicable que me hacía partícipe de una gran fiesta
era un brindis en honor a Baco, por tan preciado manifiesto.
El agua, entonces corrió, me sujetó y me limpió
purifico mi bienestar volviéndome a la realidad
ya no había cariño, ya todo había pasado, debía abrir los ojos
no quería hacerlo, no, me acostumbré a aquel modelo.

Era hora de decir adiós, de olvidar la magnificencia del cuerpo
recordar la imagen de la luna cada noche, olvidar a la oveja que huyó del rebaño.
Solo salí y no volví a admirar tu sonrisa, te dejé atrás
como a mis más gratos recuerdos, pues tú decidiste que así era el camino
pensé mucho en el suceso, en tu olvido o en mi poca resistencia
esto no estaba bien lo sabía, debía quitar de la mente
lo que me hacía mi propia enemiga, se acabó he dicho.

Pero mi decisión no te bastó, necesitabas estar más seguro
de que era fácil moldear mi autodominio
sin saber de tu invernadero apareciste un día
diciendo que todo seguía igual, que no habían preocupaciones
que extrañabas el café, la luna y el helado
que ya nada era igual y que siempre pensaste en aquella noche,
en la ingenua muchacha y en el calor de sus ideas destruidas
por tu poco cariño y tu utilización.

Que fácil resulta todo, es necesario idear un plan
uno que supere todo pronóstico y me haga más fuerte.
Decidí pues iniciar la trampa y caíste sin mucho esfuerzo
fue muy sencillo hacerlo, no imaginé que fuera tanto,
ahora a mis pies las piezas las muevo yo, el caballo espera la jugada.
Tú olvidaste como mantenerte en pie, a mí me gusta verte así
con tan poco poder, siendo parte de una triste sociedad
que has pensado derrotar pero te ha consumido,
te ha hecho creer que tú eres su preferido así que ya todo
comienza a dar sus frutos, la carnada está en su puesto.

Llamas constantemente a la misma ciudad, nadie contesta
y eso te ha creado una intriga, piensas que ya no la tienes en la mira,
insististe constantemente hasta que al fin me encontraste
me agradó saber que sufrías de impaciencia
lobo disfrazado de cordero sin el mayor consuelo
que un triste e hipócrita beso que te dice lo que quieres escuchar
eres lo único que puede hacer mi sinrazón valorar
me reí de lo mucho que había aprendido
mi maestro me había obsequiado su rol y me agrada tener el registro.

Comenzaste a tomar mayor interés pues sospechabas la treta
esto se ve bien es hora de cambiar, hay que atacar,
pero aún no querías apostar todas tus cartas
pensaste que tu as no te fallaría, era preciso el golpe bajo
unas rosas, unos dulces, invitaciones al cine
tarjetas, sonrisas, llamadas inesperadas
estabas soltando las últimas prendas, lo estabas arriesgando todo
eso me demostraste y me aproveché, lo hice, me aproveché.

TU RUTINA ANTES DE

Todos los días hiciste lo mismo durante mucho tiempo
levantarte de la cama, sonreír; tomar la misma ducha,
oler muy bien; coger el mejor traje, ese que te queda bien;
mirarte al espejo y sentirte el mejor,
servirte una taza de café y sonreír para ti
leer el periódico pensando en lo triunfador que eres,
recoger tus cosas y salir de casa sin mirar atrás.

Tu mirada siempre optimista, te hacía pensar que todo marcha de forma cabal.
nada olvidaste y no te interesa recordar algo.
Continuabas esa ruta gustándote, como a mí, que la gente te mire
sin saber lo que piensan, sin saber lo que dicen, poco te importaba
tu ego y tú caminaron siempre juntos inspirando envidias.
Acabando el día, regresabas a casa tan tranquilo como al salir
tomabas las llaves e ingresabas a tu adorable hogar,
todo siguía igual como cuando la dejaste, eso te pareció siempre agradable,
nada olvidaste, pues no tuviste algo que olvidar
y te dabas cuenta que tu vida estaba tan vacía,
que realmente no tenías nada que envidiar,
nadie te esperaba, a nadie conversabas, solo la red te podía consolar.
No perdías la ilusión, sonreías porque al día siguiente todo volvería a empezar.


LO QUE UNA PRESA HACÍA CONFORME A LA REGLA IMPUESTA POR “TI”

Luz de noche, empezaba la historia
se sentaba frente al espejo
se veía linda y quería encantar
sabía que a su convexo no le importaría
si se arreglaba o se peinaba, eso estaría demás,
pero lo hacía por ellas, por las que lo rodeaban.
Venías por ella y sonreías
se echaba en tus brazos y era feliz
tú la cogías de la mano y le decías una frase bonita
en ese momento empezaba el camino hacia la cita prevista.

Tú sonreías y no era a ella,
mirabas emocionado entre la gente y no era a ella,
su maquillaje comenzaba a alejarse
ella sonreía disimulando el malestar,
la verdad no le importaba pues estaba enamorada,
tú por tu lado, te alejas sin avisarle
a pesar de todo le gustaba imaginar que la  preferías
piensa que era mejor que cualquiera en la fiesta.
después de mucho regresabas a su lado
le pedías que se fueran, que te sentías muy cansado,
ella sonreía y obedecía, sabía lo que se venía
la dejabas en su casa, le dabas el dulce beso
solo uno, pues querías dejarla pensando en ti,
te abrazaba, ella entraba a su casa y pensaba que a tu casa te fuiste.

Entraba a su cuarto y se quitaba el disfraz de complaciente
no se le ocurría quejarse, ni ponerse a pensar,
ingresaba al mundo de Morfeo
y se sentía feliz por aquel día, por no tener que saber más.

CONFORME A LA REGLA IMPUESTA POR MÍ PARA TI

Decidiste ir a verme, extrañabas mi perfume,
tenías la necesidad de saber si pensaba en ti
pensaste que me tenías en tus manos por tu táctica de no llamar,
yo pasé una semana haciendo mucho, sin saber de ti.

Te vestiste para la ocasión
siempre queriendo llamar la atención
sabías que te esperaba como la primera vez
confiabas en tu papel de don Juan con doña Inés.

Llegaste, me viste y me diste un simple beso,
me abrazabas fingiendo y pensabas que ya se había cocido esto,
yo te seguía la idea para que no dudaras de mi conciencia
tú propusiste un juego de esos que te gustaba como comenzaba.
A mí no me importaba lo que hacías, pues me gustaba tu presencia,
tú gozabas al pensar que me moría por ti, que eras el único en mi vida
supusiste que no salí aquel día, que nadie me llamó para una cita;
te decía las palabras que querías y sonreías de satisfacción y de alegría.

Recibí una llamada y te dije que era una amiga
te pedí que te fueras, que pronto vendría mi tía,
tú te arreglaste la camisa y confiaste en la nueva presencia
debías irte como indicaba, pronto sería la hora prevista:
yo sonreí, tú te fuiste y no te enteraste que para otro lista yo esperaba.
Lo siento, otra vez gracias a ti, me aproveché, lo hice, me aproveché.